My tears are like the quiet drift of petals from some magic rose and all my grief flows from the rift of unremembered skies and snows. I think that if I touched the earth, it would crumble; It is so sad and beautiful, so tremulously like a dream ....(Dylan Thomas)

Wednesday, March 29, 2006

Hace 21 años...


Hace 21 años, recién nos reponíamos del terremoto que sacudió a la zona central, dejando buena parte de los sectores antiguos de Santiago en el suelo.

Hace 21 años no había autopistas urbanas en esta ciudad; varias avenidas no tenían doble vía y el celular no pensaba en existir. Tampoco soñábamos siquiera con Internet.

Hace 21 años vivíamos en permanente Estado de excepción determinado por la Junta Militar.

Hace 21 años yo vivía entre la seguridad de la casa familiar en Vitacura y la realidad amable de un colegio privado, mientras en otras calles (tan ajenas en ese entonces) un poco más abajo se hacía sentir en caucho quemado el descontento heredado del “Ladrillo” que aplicaron los Chicago Boys.

Hace 21 años mi conexión con esa realidad eran los timbales de Radio Cooperativa, que me parece todavía oír a veces, aunque tal vez no con la misma urgencia y la cara de espanto de mi madre como invariable acompañamiento. No pensemos en diarios ni televisión: en ellos sólo se hablaba de las “bondades del modelo”.

Hace 21 años las hojas caían sobre el Parque Forestal.

Hace 21 años, la mañana del 30 de marzo de 1985, los cuerpos de:

Manuel Guerrero Ceballos
, profesor.
Santiago Nattino Allende, publicista.
José Manuel Parada Maluenda, sociólogo.


Fueron encontrados camino al aeropuerto (sí: el mismo aeropuerto que hoy nos llena de orgullo por su modernidad). Degollados por agentes de Carabineros en una de las muestras más alevosas del poder de Pinochet. Se dijo, como siempre, que era un “ajuste de cuentas entre comunistas”. Pocas veces he sentido el escalofrío de esa tarde, al saber la noticia. No porque conociera a alguno de ellos, sino por comprobar que el terror existe, y aunque se desconozca, está ahí.

Han pasado 21 años y en el Forestal siguen deshojándose los árboles a fines de marzo.



aquí catarsis que no sirve de mucho

4 Comments:

At 12:37 PM, Blogger Unknown said...

Me acordó un poco a "Ser salvadoreña..." Hace 21 años... yo tenía un año y no la capacidad para indignarme. Hoy la tengo para hacerlo juntos. Un Saludo Ale contesATTArio

 
At 7:29 AM, Anonymous Anonymous said...

yo me acuerdo, aunque con mi percepción política de una niña de casi 9 años, sentí desconcierto, descubrir que todo lo que rodeaba a Pinocho no era otra cosa que maldad en su estado más puro.
Ayer también salió lo del asesinato de los hermanos Vergara Toledo en la Villa Francia. Muertes horribles, y tan públicas y tan abandonadas!
Parece chiste, 21 años sin justicia...el caso está en manos del juez...xxxx, da vergüenza!
eso, abrazo, hago catarsis contigo.

 
At 11:31 AM, Blogger Julio Suárez Anturi said...

Hermoso homenaje. No importa que no los conozcamos, porque lo aterrador es esa terrible realidad fantasiosa -o fantasmal- que se impuso como forma de vida. Abrazo.

 
At 11:33 AM, Blogger Unknown said...

Gracias por el recuerdo, el que es más valioso aún de parte de personas que no conocieron directamente a mi padre, pero cuya sensibilidad ante el horror nos hermana.
Un abrazo,
Manuel Guerrero Antequera.

 

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